Alberto cruzó la línea de meta, en la que se impuso Juan José Ahedo al sprint, con buenas sensaciones, tras una jornada algo más fácil que la de ayer. “Ha pasado otro día y sigo líder”, dijo, “pero nosotros no trabajamos para ello. Ha sido una etapa muy rápida, con algo de lluvia al principio pero que ha pasado bien. Hubo algo de tensión porque no se sabía de dónde daba el viento y, al final, en el sprint, el aire era de cara, lo que ha hecho que muchos corredores lo hayan disputado y haya habido peligro de caídas”, dijo para explicar que en los últimos kilómetros prefirió colocarse más atrás en el pelotón.
“La contra reloj de mañana será”, dijo bromeando, “un día de menos tensión, porque iré solo, aunque también es un día difícil porque apenas he entrenado con la nueva bici y será una hora a pleno esfuerzo”. Su idea, como ya había anunciado, es “hacer un test, pero soy consciente de que con mi estado de forma actual y con una bici poco rodada, tampoco puedo sacar unas conclusiones demasiado exactas”.
Entre los favoritos a la victoria cree que estarán “los mismos que estuvieron delante en el prólogo. A Brajkovic le viene muy bien el recorrido y tal vez también a otros más rodadores que no estuvieron delante el primer día, pero tampoco veo a un hombre por encima de los demás”.
Contador correrá mañana la contra reloj más larga del año y la más parecida a la que se encontrará en el Tour, pero la mayor diferencia es que en el Dauphiné sigue sin pensar en la clasificación general. Sigo de amarillo por las circunstancias de carrera, pero que lo lleve ahora no significa que lo llevaré al final, porque como quien dice, esto todavía no ha empezado”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario